sábado, 25 de agosto de 2018

Infeccion VIH

Infección por el VIH
Un repaso por los aspectos centrales de la infección por VIH actualizada y basada en las mejores evidencias científicas disponibles.Autor: Prof Gary Maartens MMed, Prof Connie Celum MD b, Prof Sharon R Lewin PhD HIV infection: epidemiology, pathogenesis, treatment, and prevention The Lancet
El VIH es un importante contribuyente a la carga mundial de morbilidad. En 2010, el VIH era la causa principal de discapacidad años de vida ajustados en todo el mundo para las personas de 30 a 44 años, y la quinta causa principal de todos los edades.11 Las muertes relacionadas con el SIDA global alcanzaron un máximo de 2,3 millones en 2005, y disminuyeron a 1,6 millones en 2.012.3 Alrededor del 50 % de todas las muertes en personas en tratamiento antirretroviral en los países de altos ingresos no se deben a AIDS.12 En un estudio, las principales causas de muertes no relacionadas con el SIDA fueron cánceres no definitorios de sida ( 23,5 %), enfermedades cardiovasculares (15,7 %) y enfermedades del hígado (14,1 %).12
Resumen: La prevalencia del VIH está aumentando en todo el mundo porque con la terapia antirretroviral las personas están viviendo más tiempo Sin embargo las nuevas infecciones se redujeron de 3,3 millones en 2002, a 2,3 millones en 2012. Las muertes globales relacionadas con el SIDA alcanzaron un máximo de 2,3 millones en 2005, y disminuyeron a 1,6 millones en 2012. Se estima que 9,7 millones de personas en los países de ingresos bajos y medianos habían iniciado terapia antirretroviral en 2012. Los nuevos conocimientos sobre los mecanismos de la infección latente y la importancia de los reservorios de la infección podrían eventualmente conducir a una cura. El papel de la activación inmune en la patogénesis de los eventos clínicos “no SIDA” (principales causas de morbilidad y mortalidad en las personas que reciben terapia antirretroviral) está recibiendo un mayor reconocimiento. Los avances en la prevención del VIH más importantes para la salud pública incluyen la circuncisión masculina médica, los antirretrovirales para prevenir la transmisión de madre a hijo, la terapia antirretroviral en personas con VIH para prevenir la transmisión, y los antirretrovirales para la profilaxis pre-exposición. La investigación en otras intervenciones de prevención, especialmente vacunas y microbicidas vaginales, todavía está en curso.

Epidemiología
La epidemia del VIH surgió después de las infecciones zoonóticas con el virus de la inmunodeficiencia en simios de primates africanos; los cazadores de carne de animales silvestres fueron probablemente el primer grupo en ser infectado con el VIH. 1
El VIH-1 se transmite de los simios y el VIH -2 de monos mangabey fuliginosos (Cercocebus torquatus atys). Existen cuatro grupos de VIH- 1 y representan tres eventos de transmisión de los chimpancés (M, N, y O) y uno de los gorilas (P). Los grupos N, O y P están restringidos al África occidental. El grupo M, que es la causa de la pandemia mundial del VIH, se inició hace unos 100 años y se compone de nueve subtipos: A-D, F- H, J y K. El subtipo C predomina en el África y en la India y representó el 48 % de los casos de VIH- 1 en 2007 en todo el mundo.2 El subtipo B predomina en el oeste de Europa, en las Américas y en Australia. Los subtipos recombinantes circulantes son cada vez más comunes.2
La diversidad genética marcada de VIH - 1 es una consecuencia de la propensión a los errores de la transcriptasa reversa  lo que resulta en una alta tasa de mutación. El VIH - 2 se limita a gran parte del África Occidental y causa una enfermedad similar a VIH - 1, pero la inmunodeficiencia progresa más lentamente y es menos transmisible.1
En 2012 se estima que 35,3 millones de personas vivían con el VIH.3 El África subsahariana, sobre todo el sur de África, tiene la mayor carga mundial de VIH (70,8 %). La epidemiología global de la infección por VIH ha cambiado notablemente como consecuencia de la ampliación del acceso a la terapia antirretroviral. En 2012, 9,7 millones de personas en países de ingresos bajos y medianos habían comenzado la terapia antirretroviral4.
La prevalencia mundial del VIH ha aumentado de 31,0 millones en 2002, a 35,3 millones en 2012, porque la población en terapia antiretroviral  se ha hecho más longeva 5, mientras que la incidencia global ha disminuido de 3,3 millones en 2002, a 2,3 millones en 2012.3
La reducción en la incidencia mundial del VIH se debe principalmente a la reducción de la transmisión heterosexual. Las actitudes punitivas hacia las personas que se inyectan drogas (sobre todo en Europa del Este) restringen la aplicación del tratamiento con opioides de sustitución y los programas de provisión de agujas y jeringas que son las estrategias eficaces de prevención del VIH que reducen si transmisión.6
En las regiones donde la principal vía de transmisión es la de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (Europa occidental y central y las Américas ), la incidencia se mantiene estable a pesar de una alta cobertura de terapia antirretroviral (por ejemplo, 75 % en América Latina en 2012.3 y 80 % en el Reino Unido en 2010).7
Los controladores de la epidemia del VIH en hombres que tienen sexo con hombres son complejos, e incluyen el aumento de las conductas de riesgo desde la introducción de la terapia antirretroviral eficaz (un fenómeno llamado optimismo terapéutica), el riesgo de transmisión del coito anal receptivo es alto, las redes sexuales, y el estigma que ocasiona restricción del acceso al cuidado de la salud.9
El número de nuevas infecciones en niños en los 21 países africanos prioritarios en el Programa de las Naciones Unidas sobre el VIH / SIDA (ONUSIDA) 10 disminuyó en un 38 % entre 2009 y 2012, debido a un mayor acceso a los antirretrovirales para prevenir la transmisión de madre a hijo. Sin embargo, el acceso a la terapia antirretroviral es mucho menor en los niños que adultos.3
Las personas con VIH tienen un 50 % más de riesgo de infarto de miocardio que las personas sin VIH después de ajustar por factores de riesgo vascular. 13 La enfermedad hepática es común, principalmente debido a la co-infección con hepatitis B y C, que comparten similares vías de transmisión con el HIV.14
La tuberculosis continúa siendo una causa importante de morbilidad y mortalidad en los países de ingresos bajos y medianos, especialmente en África.15  Hallazgos de un estudio16 realizado en Sudáfrica en la era pre - terapia antirretroviral mostraron que la tuberculosis se duplicó en un año después dela infección del VIH. A partir de entonces la incidencia aumentó a medida que disminuyó la inmunidad, y alcanzó una incidencia muy alta de 25,7 por 100 personas- año en pacientes con recuentos de células T CD4 inferior a 50 células por μL.17 A nivel mundial, la mortalidad por tuberculosis relacionada con el VIH está disminuyendo 15, pero muchas personas con VIH en África mueren todavía de tuberculosis sin diagnosticar. 18

Transmisión del VIH - 1
El factor más importante que aumenta el riesgo de transmisión sexual del VIH - 1 es el número de copias por ml de plasma de VIH- 1 ARN (carga viral), con un 2,4 veces mayor riesgo de transmisión sexual por cada aumento de 1 log10.19 La infección aguda por VIH, que causa una carga viral muy alta en el plasma en los primeros meses, es un motor importante de la epidemia del VIH.20 Una reducción en la carga viral en el plasma de 0,7 log10 se estima que reduce la transmisión del VIH -1 en un 50 %. 21 La carga viral seminal y endocervical puede predecir de forma independiente el riesgo de transmisión sexual del  VIH- 1 después del ajuste por la carga viral plasmática.22
Otros factores asociados con un mayor riesgo de transmisión sexual del VIH son las infecciones (úlceras genitales de cualquier causa, herpes simple tipo 2 y vaginosis bacteriana. 23. 24. 25), el embarazo 26 y el sexo receptivo anal. La circuncisión masculina se asocia con un menor riesgo de transmisión sexual del HIV.27 28
Los resultados de algunos estudios observacionales mostraron un mayor riesgo de adquirir VIH-1 en las mujeres que utilizaron progestágenos inyectables de acción prolongada para la anticoncepción, pero no con contraceptivos orales conjugados.29  Una de las prioridades de salud en el este y sur de África, donde la incidencia del VIH- 1 en mujeres jóvenes es muy alta, 30 es averiguar si los progestágenos inyectables de acción prolongada (la forma más común de anticonceptivo usada en esta región) aumentan la transmisión del VIH - 1.
Los factores de comportamiento que aumentan la transmisión sexual del VIH - 1 sexual incluyen muchas parejas sexuales,31 y parejas concurrentes.32  Los resultados de un estudio33 de parejas heterosexuales serodiscordantes africanas mostraron que el uso del condón (auto-reporte) redujo el riesgo de transmisión del VIH- 1 por coito acto en el 78 %.33
La desigualdad por sexo es un importante motor de la epidemia del VIH, especialmente en África subsahariana, donde las mujeres representan el 57 % de las personas que viven con el VIH.3
El uso de drogas inyectables y no inyectables, incluyendo el alcohol, están asociados con un mayor riesgo en el comportamiento sexual, mientras que la inyección de drogas causa la transmisión del VIH por compartir agujas.34
Las mujeres que reportaron violencia de pareja tuvieron un aumento de la incidencia de infección por VIH en un estudio sudafricano35. ONUSIDA ha identificado al estigma contra el VIH, a la discriminación y a las leyes punitivas contra grupos de alto riesgo (por ejemplo, hombres que tienen sexo con hombres, usuarios de drogas inyectables y trabajadores sexuales) como barreras para que las personas se sometan a la prueba del VIH, accedan a la atención gratuita y adopten medidas preventivas eficaces.3

Patogenia

Ciclo de vida del VIH y respuestas inmunes del huésped

El blanco principal del VIH  son los linfocitos T CD4 activados; la entrada es a través de la interacción con los CD4 y los correceptores de quimiocinas, CCR5 o CXCR4. Otras células que llevan CD4 y los receptores de quimioquinas también están infectadas, incluyendo el resto de las células CD4 T, monocitos y macrófagos, y células dendríticas. La infección por VIH independiente de CD4 puede ocurrir, en particular en astrocitos37 y células epiteliales renales, 38 y la posterior expresión del gen del VIH tiene un papel importante en la patogénesis del trastorno asociado al desorden neurocognitivo por VIH (relacionada con astrocitos) y de la nefropatía (relacionada con las células epiteliales). Una gama de proteínas del huésped interaccionan con proteínas del VIH o del ADN del VIH a ya sea para restringir o promover la replicación del virus en tipos de células específicos.
La transmisión del VIH a través de membranas mucosas se establece generalmente por un virus fundador, que tiene propiedades fenotípicas únicas que incluyen el uso de CCR5 en lugar de CXR4 para la entrada, 46 una mayor interacción con las células dendríticas, y la resistencia al interferón-α.47 La transmisión del virus fundador es seguida por un rápido aumento en la replicación del VIH y luego una inducción notable de citocinas y quimiocinas inflamatorias, que está en marcado contraste con la respuesta inicial mínima para otras infecciones virales crónicas, tales como la hepatitis B o la hepatitis C.48
La carga viral luego disminuye a un punto de referencia cuyo nivel es establecido en gran parte por la respuesta inmune innata y adaptativa. Los CD8 killing específicos contra el VIH de las células infectadas mediadas por las células T ocurre poco después de la infección y la respuesta inmune adaptativa potente para el VIH selecciona para la aparición de mutaciones en epítopos clave, a menudo llevando a un escape inmunológico.49
En algunos tipos de HLA, como individuos con alelos HLA-B27 infectado con subtipo B, puede surgir una respuesta inmune efectiva, que se caracteriza por las células T específicas para el VIH con gran avidez, polifuncionalidad y capacidad de proliferar tanto contra los péptidos inmunodominantes como  péptidos de escape.50 51 Sin embargo, en casi todos los individuos ocurre el agotamiento progresivo de las células T específicas para el VIH, caracterizado por una alta expresión de muerte programada 1 (PD-1) tanto en las células T totales como  específicas para el VIH y una pérdida de función de efector.52
Los anticuerpos neutralizantes se presentan aproximadamente 3 meses después de la transmisión.53 Los anticuerpos ampliamente, capaces de neutralizar muchos subtipos del VIH-1, se producen en alrededor del 20% de los pacientes.54 Estos anticuerpos se caracterizan por una alta frecuencia de mutaciones somáticas que a menudo tardan años en desarrollarse.55 Estos anticuerpos neutralizantes no suelen proporcionar beneficio para el paciente, debido al desarrollo de escape viral por mutaciones.56 La producción de anticuerpos neutralizantes mediante el uso de nuevas estrategias de diseño inmunógeno es un punto importante de la investigación de vacunas. 57
La respuesta inmune innata al VIH está mediada en gran parte por las células asesinas naturales, y también es crucial para el control del virus. El escape viral mutante también emerge y restringen los efectos antivirales de las células asesinas naturales.

Disfunción inmune

El sello distintivo de la infección por el VIH es el progresivo agotamiento de las células T CD4, debido a una menor producción y a una mayor destrucción. Las células T CD4 se eliminan por infección directa, por efectos de la formación de sincicios, por la activación inmune, proliferación, y senescencia.59

En la infección temprana, la reducción transitoria de las células T CD4 circulantes es seguida por la recuperación de las concentraciones cercanas a las normales que luego disminuyen lentamente a cerca de 50-100 células por microlitro.

El efecto más importante en la homeostasis de células T ocurre muy pronto en el tracto gastrointestinal, que sufre un agotamiento masivo de células T CD4 activadas con recuperación mínima después de la terapia antirretroviral.60 Además de la pérdida del total de células T CD4, ocurren cambios profundos en subconjuntos de células T de incluyendo la pérdida preferencial de células T-helper-17 y las células T invariantes asociadas a las mucosas que son cruciales para la defensa contra las bacterias.61 62

La profunda reducción de las células linfoides en el tracto gastrointestinal, junto con la apoptosis de los enterocitos, y el aumento de la permeabilidad del tracto gastrointestinal conducen a un aumento de la concentración plasmática de productos microbianos tales como lipopolisacáridos.63

Por último, la destrucción de la red celular fibroblástica reticular, la deposición de colágeno y el acceso restringido al factor de supervivencia de las células T interleucina 7 en el tejido linfoide contribuyen aún más al agotamiento de células CD4-CD8 y células Ts.64

Activación inmunitaria

Infección por el VIH también se caracteriza por un marcado aumento en la activación inmune, que incluye tanto la adaptación de los sistemas inmunes innatos y anormalidades en coagulación.65 Los controladores para la activación inmune incluyen los efectos directos del VIH como un ligando para el receptor de tipo Toll ( TLR7 y TLR 8) expresados en células dendríticas plasmacitoides, que conducen a la producción de interferón-α; translocación microbiana con lipopolisacáridos como un potente activador o TLR4 que conduce a la producción de citoquinas pro-inflamatorias tales como interleucina 6 y factor de necrosis tumoral α ( TNFa); co-infección con virus tales como el citomegalovirus que inducen una profunda expansión de células T activadas específicas para citomegalovirus y a una proporción reducida de las células T auxiliares-17 y T reguladoras, especialmente en el tracto gastrointestinal. 61 63 66 67

Existe evidencia de inflamación residual o aumento de la activación inmune, incluso en pacientes con VIH con una adecuada restauración de las células T CD4 con la terapia antirretroviral. Los marcadores de la inflamación residual en pacientes con VIH que reciben antirretrovirales se ha asociado de forma significativa con la mortalidad, la enfermedad cardiovascular 68, 69 cáncer, 70 enfermedad neurológica, el 71 y del hígado.72

La intensificación de la terapia antirretroviral en los participantes con supresión virológica con la adición del inhibidor de la integrasa raltegravir redujo la activación de células T en aproximadamente un tercio de participantes.73 Estos datos sugieren que la replicación del VIH de bajo nivel podría contribuir a la inflamación persistente. Tratamiento delas  co-infecciones tales como citomegalovirus y hepatitis C también reduce la activación de células T. 74 75

Aunque muchos estudios han identificado asociaciones entre diferentes biomarcadores de inflamación y eventos clínicos adversos, la causalidad en los estudios en personas ha sido difícil de establecer. Hasta el momento, las estrategias dirigidas a reducir la inflamación residual en pacientes con VIH han consistido en pequeños estudios observacionales con puntos finales subrrogantes.76 Varios fármacos que están disponibles para otras indicaciones (por ejemplo, estatinas, aspirina, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, e hidroxicloroquina) tienen la potencial para reducir la inflamación asociada al VIH.76 Son necesarios estudios aleatorios controlados para determinar si actuar sobre la inflamación en pacientes con supresión virológica en terapia antirretroviral tendrá un efecto clínico significativo.Terapia, prevención
Terapia antirretroviral
La combinación de los tratamientos antirretrovirales que fueron capaces de suprimir la replicación viral se desarrollaron a finales de 1990 y transformaron al VIH de una enfermedad progresiva con un desenlace mortal en una enfermedad crónica manejable.
Más de 25 medicamentos autorizados que bloquean la replicación del VIH en muchos pasos en el ciclo de vida del virus ya están disponibles. Los tratamientos antirretrovirales recomendados son menos tóxicos, más eficaces, tienen una carga de píldoras más baja, y se dosifican con menos frecuencia que los regímenes iniciales basados en inhibidores de la proteasa.
Los regímenes de terapia antirretroviral estándar combinan dos inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos (emtricitabina o lamivudina junto con uno de abacavir, tenofovir o zidovudina) con un inhibidor de la transcriptasa inversa no análogo de nucleósido, inhibidores de la proteasa o inhibidores de la integrasa. Varios regímenes de inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos eficaces se pueden utilizar si se desarrolla intolerancia o resistencia a los inhibidores análogos de nucleósidos de la transcriptasa.
Después de la iniciación de la terapia antirretroviral, la carga viral en plasma disminuye a concentraciones por debajo del límite inferior de detección de ensayos comerciales disponibles en la mayoría de las personas, por lo general dentro de los 3 meses. Por el contrario, la recuperación de células T CD4 en individuos en terapia antirretroviral es variable.

Factores asociados con la mala recuperación de los linfocitos T CD4 después de la terapia antirretroviral

Factores del huésped

•    Edad avanzada, bajo recuento de CD4, alt de ARN del VIH basal
•    Tipo de HLA
•    Polimorfismos genéticos en:
Receptores de quimioquinas / quimiocinas, CCR5D32,
Receptores citoquina / citoquinas interleuquina 7
Fas / ligando de Fas

Factores virales•    CXCR4 utilizando el virus
•    Co-infección con citomegalovirus, virus de la hepatitis C, o GB virus C

Factores inmunológicos•    Baja producción del timo
•    Mal funcionamiento de la médula ósea
•    Aaumento de la activación inmune
•    Proliferación
•    Senectud
•    Aumento de la expresión de PD-1
•    Aumento de la apoptosis

Las directrices en los países de altos ingresos permitirá a los médicos a elegir un régimen a partir de los inhibidores duales de nucleósidos de la transcriptasa reversa combinados con un inhibidor no nucleósido de la transcriptasa reversa, un inhibidor de la proteasa potenciado con ritonavir, o un inhibidor de la integrasa, porque estos tres regímenes tienen una eficacia y tolerabilidad similar83 Las posteriores interrupciones del régimen de terapia antirretroviral se guían por el fracaso virológico y por los resultados de las pruebas de resistencia.
Para los países de ingresos bajos y medianos la OMS recomienda un enfoque de salud pública para el uso de la terapia antirretroviral de primera línea con esquema estandarizado (inhibidor de la transcriptasa reversa no análogo de nucleósido más inhibidores análogos duales nucleósidos de la transcriptasa reversa) y como segunda línea (inhibidor de la proteasa potenciado con ritonavir además inhibidores nucleósidos duales de la transcriptasa reversa.84
La vigilancia clínica y el recuento de CD4 se utilizan en muchos países de bajos ingresos, donde la supervisión de la carga viral no está disponible, pero los resultados de esta estrategia de monitoreo producen cambios innecesarios a terapia de segunda línea como la continuación de terapia primera línea ineficaces, lo que aumentará el número de mutaciones de resistencia. Los investigadores de un estudio 87 que comparó un enfoque de salud pública con enfoques individualizados de la terapia antirretroviral en personas que inician tratamiento en Sudáfrica y en Suiza, informaron resultados virológicos similares, pero la tasa de cambio por efectos tóxicos en Suiza fue mayor que en África del Sur.
Las tasas de mortalidad temprana después de la iniciación de la terapia antirretroviral son mucho mayores en entornos de recursos limitados que en los países de altos ingresos tras el ajuste por el recuento de CD4 al inicio, pero la diferencia se atenúa después de 6 meses.88
Se calcula una esperanza de vida cerca de lo normal para los pacientes (excepto en las personas que se inyectan drogas) que logran un recuento de CD4 normal y una carga viral suprimida con la terapia antirretroviral.89
Cada vez más datos sugieren que la terapia antirretroviral de corta duración iniciada en la infección temprana por VIH podría retardar la progresión de la enfermedad, pero se requiere de más estudios de pacientes con infección aguda.90 La mayoría de las directrices internacionales, incluidas las de los países de ingresos bajos y medianos84 han aumentado el criterio de CD4 para iniciar la terapia antirretroviral a 500 células por microlitro o más, a pesar de la buena evidencia de que la iniciación de la terapia antirretroviral con recuentos de CD4 superiores a 350 células por microlitro ofrece beneficios individuales.91

Se espera un mayor acceso a la terapia antirretroviral para reducir transmisión del VIH, pero la durabilidad de este efecto es desconocida, y comenzar la terapia antirretroviral temprano expone a los pacientes a los efectos tóxicos de las drogas y al desarrollo de resistencia antes de que se observen beneficios.92

El manejo clínico de los pacientes en los países de ingresos bajos y medianos  constituye un reto importante porque el número de personas elegibles para la terapia antirretroviral aumenta 16 700 000-25 900 000 en 2013, si se introdujeran las directrices de la OMS.4 En África subsahariana, el 57% de las personas espera una evaluación completa de elegibilidad para la terapia antirretroviral, y sólo el 65% de las personas que comienzan el tratamiento permanecen bajo cuidado después de 3 años.93 Las pérdidas durante el seguimiento se incrementaron con el aumento del tamaño de la población en un gran programa de terapia antirretroviral en el sur de Africa.94 Las bajas tasas de retención de la atención no se limitan a los países de ingresos bajos y medianos, como lo demuestra un report EE.UU. que señaló que sólo el 51% de los pacientes que fueron diagnosticados con VIH fueron retenidos en la atención en 2010.94

La adherencia sub-óptima es el principal factor asociado con el desarrollo de resistencia a los fármacos antirretrovirales.96 Algunos medicamentos (por ejemplo, emtricitabina, lamivudina, efavirenz, nevirapina, y raltegravir) seleccionan rápidamente para una mutación que confiere resistencia de alto nivel, mientras que la mayoría de los otros antirretrovirales seleccionan mutaciones de resistencia lentamente y necesitan varias mutaciones resistentes antes de la pérdida de la eficacia del fármaco.
Los pacientes que desarrollan resistencia a los antirretrovirales pueden transmitir virus resistentes a otros. La prevalencia de la resistencia a los antirretrovirales en personas con terapia previa con antirretrovirales en los países de altos ingresos ha alcanzado una meseta de 10 a 17% con resistencia a uno o más medicamentos antirretrovirales, mientras que la prevalencia es cada vez mayor en los países de ingresos bajos y medianos, alcanzando el 6,6% en 2009.97 Las directrices para los países de ingresos altos recomiendan una prueba de resistencia antes de la iniciación de la terapia antirretroviral, pero esta estrategia es demasiado costosa de implementar en entornos con recursos limitados.


Enfermedad de reconstitución inmune
La enfermedad de reconstitución inmune, también llamada síndrome inflamatorio de reconstitución inmune, es una respuesta inmunopatológica resultante de la rápida restauración de la respuesta inmune de patógenos específicos a los antígenos pre-existentes, junto con la desregulación inmune, lo que ocurre poco después de la iniciación de la terapia antirretroviral.98
Lo más común es que los antígenos que desencadenan la enfermedad de reconstitución inmune sean de las infecciones oportunistas, como la tuberculosis, la meningitis criptocócica y retinitis,  citomegalovirus.99 La enfermedad de reconstitución inmune es común, con una incidencia global reportada del 16,1% en una revisión sistemática.99
La enfermedad causa una elevada morbilidad, pero la mortalidad es baja (4,5%), excepto con la meningitis criptocócica (20,8% de mortalidad). Los resultados de un pequeño ensayo aleatorizado controlado mostraron el beneficio de la prednisona adyuvante en pacientes con enfermedad de reconstitución inmune y tuberculosis asociada.100
La enfermedad de reconstitución inmune ocurre más comúnmente cuando se inicia la terapia antirretroviral en pacientes con recuentos bajos de CD4 o poco después de comenzar el tratamiento para la infección oportunista. Las estrategias para reducir las enfermedades de reconstitución inmune incluyen la iniciación de la terapia antirretroviral con recuentos altos de CD4, el retraso del inicio de la terapia antirretroviral en pacientes con una infección (especialmente si la infección incluye el SNC), y la detección y prevención de las infecciones oportunistas antes del inicio de la terapia antirretroviral. 98

Latencia, reservorios y potencial de curación
A pesar de los grandes éxitos de la terapia antirretroviral en el control de la replicación del VIH y en la reducción significativa de la morbilidad y la mortalidad, la terapia antirretroviral no puede curar el VIH y se necesita tratamiento de por vida. El VIH puede persistir en los pacientes en tratamiento antirretroviral debido a la memoria de las células T de memoria que es de larga duración y a la infección latente, 101 a la replicación residual en algunos individuos, 73 y los reservorios anatómicos como el tracto gastrointestinal, 102 tejido linfoide y el sistema nervioso central.103
La latencia se define como la integración del ADN del VIH en el genoma del huésped en ausencia de la producción de virus. La latencia se puede establecer in vitro a través de la infección directa de las células T CD4 en reposo en presencia de quimiocinas específicas, 104 o después de la reversión de una infección de las células T activadas a un estado de reposo.105
Muchos factores restringen la transcripción eficiente del VIH desde el provirus integrado en células en reposo T CD4 infectadas de forma latente incluyendo la sub-localización nuclear del provirus, la ausencia de factores de transcripción tales como NF-kB y el factor nuclear de células T activadas, la presencia de represores transcripcionales, el control epigenético del promotor del VIH (incluyendo la modificación de las histonas por acetilación y metilación, y la modificación del ADN), y las concentraciones sub-óptimas de la proteína del virus tat.110 Por último, las células T infectadas de forma latente pueden sufrir proliferation106 homeostática a través de la estimulación de citoquinas como la interleuquina 7,82 que contribuyen aún más a su larga vida media y la persistencia.
Mucho interés rodea el descubrimiento de una cura ya sea funcional (control a largo plazo del VIH sin tratamiento antirretroviral) o por esterilización (eliminación completa de todas las células infectadas por el VIH). Las esperanzas de que una cura podría ser posible surgieron por el reporte de caso de un hombre que fue sometido a trasplantes de células madre para la leucemia, 112 y de un bebé que comenzó la terapia antirretroviral poco después del nacimiento.113
El informe mejor documentado de curación del paciente de Berlín, 112 un hombre con VIH en tratamiento antirretroviral que tenía leucemia mieloide aguda y recibió dos trasplantes de médula ósea de un donante con un defecto en homocigotos CCR5, un correceptor llave que necesita el VIH para entrar en la célula. Poco después del trasplante, el paciente dejó la terapia antirretroviral y tuvo mínimo o ningún virus detectado en el plasma o tejido durante más de 6 años.114 Este caso ha inspirado el desarrollo de la terapia génica para eliminar de CCR5 en células T derivadas del paciente y las células madre con nuevas tecnologías que pueden eliminar efectivamente expresión de CCR5.115
El inicio temprano de la terapia antirretroviral por sí solo podría tener un efecto sustancial en la reducción de reservorios y en la preservación de una función inmune eficaz. El control a largo plazo de la viremia de bajo nivel después de la interrupción de la terapia antirretroviral se ha reportado en 1-15% de las personas que iniciaron el tratamiento antirretroviral en infección aguda.116 117 El inicio muy temprano de la terapia antirretroviral podría restringir la infección de larga duración.118
Otro enfoque para curar el VIH es eliminar las células T infectadas de forma latente. Una estrategia bajo investigación es la activación del VIH latente, que inducen la expresión de proteínas virales que conducen a la separación o la citólisis de las células infectadas. In vitro, muchos compuestos pueden activar la producción de VIH desde la latencia, incluyendo a los inhibidores de la histona deacetilasa, inhibidores de la metilación, activadores de NF-kB, tales como prostratina, y otros compuestos que incluyen disulfiram.119
Los resultados de los primeros estudios con vorinostat inhibidor de histona desacetilasa, mostraron una aumento en la transcripción del VIH, 120, 121, pero aún no está claro si la activación por sí sola elimina eficazmente las células con infección latente, como se sugiere en un modelo in vitro de latencia de VIH.122 Además, podría ser necesario el impulso de la inmunidad de las células T específicas del VIH, ya sea con la vacunación o con la inmunomodulación terapéutica. Hasta ahora, la vacunación terapéutica para permitir la interrupción del tratamiento antirretroviral ha dado resultados decepcionantes, 123 aunque los ensayos de vacunas recientes con células dendríticas y un vector por citomegalovirus en un modelo de simios se ha demostrado promisorio.124 125 126

Prevención

VIH-1 La transmisión de madre a hijo
Durante las últimas dos décadas se han hecho notables progresos en la reducción del riesgo de perinatal de transmisión del VIH-1. El conocimiento acerca de la sincronización de la transmisión del VIH-1 a los infantes ha permitido el desarrollo de intervenciones apropiadas. El riesgo de transmisión del VIH-1 para el lactante es aproximadamente de un 25% en ausencia de intervenciones, la mayor parte del riesgo surge después de las 36 semanas y en especial intraparto.127 La transmisión ocurre a una tasa del 8,9 por 100 niños-año de lactancia materna después de la cuarta semana, 128 con tasas más altas durante los primeras 4 semanas.119
La alimentación mixta aproximadamente duplica el riesgo de transmisión del VIH-1 en comparación con la exclusiva por amamantamiento. La lactancia prolongada es la norma en la mayoría de los entornos de escasos recursos, donde el riesgo de transmisión del VIH-1 a los niños llegó a alrededor del 40% sin intervenciones. Las intervenciones recomendadas se han traducido en una reducción de diez veces en el riesgo, y la completa eliminación de VIH-1 en la transmisión de madre a hijo es ahora posible.
La terapia antirretroviral es el pilar de la prevención de la transmisión del VIH-1 de madre a hijo. La monoterapia con zidovudina preparto, aumentada con una dosis de nevirapina durante el parto, fue una intervención eficaz y asequible, pero ha sido reemplazada por la terapia antirretroviral de combinación estándar para las mujeres que no califican para la continuación de la terapia antirretroviral. La terapia antirretroviral combinada es más eficaz en la prevención de la transmisión del VIH-1 de madre a hijo de zidovudina más una dosis de nevirapina, 129 y tiene la ventaja adicional de reducir la transmisión sexual del VIH y la reducción de la morbilidad y mortalidad asociada al VIH.
La terapia antirretroviral idealmente debe iniciarse después del primer trimestre, a condición de que las mujeres estén lo suficientemente bien como para esperar. En entornos con recursos limitados la reducción de la transmisión del VIH infantil por la alimentación con fórmula se compensa con una mortalidad infantil más alta, 130 que muestra el papel crucial que la lactancia materna tiene en la salud infantil. Las estrategias para reducir la transmisión del VIH de la lactancia materna en entornos con recursos limitados incluyen el uso de monoterapia antirretroviral a los recién nacidos, 131 o continuar la terapia antirretroviral combinada hasta el destete en las madres.129 La OMS recomienda: 132 o bien continuar la terapia antirretroviral combinada hasta el destete o de por vida en las mujeres embarazadas con VIH que no califican para continuar la terapia antirretroviral.84
Los antirretrovirales solos no alcanzarán la meta de eliminación de la prevención de la transmisión del VIH-1 de madre a hijo. Tener acceso a la atención prenatal, a la prueba del VIH, y a las intervenciones de prevención de la transmisión de madre a hijo debe aumentar sustancialmente en las regiones con alta prevalencia de VIH.
En los países de ingresos bajos y medianos, muchas mujeres se presentan tarde a la atención prenatal o partos sin atención previa. Por lo tanto, la transmisión del VIH a los lactantes será más alta que cuando se inicia la terapia antirretroviral en el momento óptimo de alrededor de 14 semanas.
Un desafío adicional a la aplicación de la terapia antirretroviral para las madres para prevenir la transmisión de la lactancia materna es que la adhesión a la terapia antirretroviral después parto ha demostrado ser significativamente más baja que antes del parto, en un reciente meta-analisis.134 Estudios de intervenciones para mejorar la adherencia post-parto a la terapia antirretroviral se necesitan con urgencia.
Por último, en vista de los las tasas anuales de incidencia de VIH-1 de hasta el 10% en algunas zonas del sur de África, una prioridad fundamental para la prevención del VIH-1 en la transmisión de madre a hijo es la reducción de nuevas infecciones por el VIH en las mujeres jóvenes, que daría lugar a un menor número de VIH-1 en las mujeres embarazadas e infantes infectados.
La transmisión sexual del VIH
La prevención de la transmisión sexual del VIH ha sido una prioridad desde el comienzo de la epidemia. Ninguna intervención para la prevención es lo suficientemente eficaz por sí sola, y muchas de las intervenciones son necesarias para controlar la epidemia. Se han hecho varios grandes avances en la investigación sobre la intervención preventiva en los últimos 5 años, especialmente incluyendo el uso de los antirretrovirales.
La intervención más potente para reducir la transmisión sexual del VIH es la terapia antirretroviral, como se indica en las conclusiones del estudio HPTN 052.135 En este estudio las parejas con VIH de una pareja serodiscordante con recuentos de CD4 de 350 a 550 células por microlitro fueron aleatorizados a recibir terapia antirretroviral inmediata o diferida (cuando dos recuentos de CD4 eran <250 células por microlitro). La terapia antirretroviral inmediata se asoció con una reducción del 96% en los eventos de transmisión de VIH, en el contexto de la supresión viral casi universal. Los resultados de HPTN 052 también mostraron la necesidad de intervenciones de prevención complementarias, porque el 25% de las transmisiones del VIH no eran de la pareja infectada.
El efecto sobre la salud pública de la cobertura de la terapia antirretroviral se evaluó en zonas rurales de KwaZulu-Natal, Sudáfrica, una zona con muy alta prevalencia del VIH .136 El riesgo de adquirir el VIH se asoció con la cobertura de la terapia antirretroviral en la comunidad local. La adquisición del VIH fue 38% menor en las comunidades con alta cobertura de la terapia antirretroviral, que se define como un 30-40% entre todas las personas infectadas por el VIH, que en las comunidades con cobertura de la terapia antirretroviral de menos del 10% .136
Será necesaria una comunicación eficaz para motivar a la gente para iniciar la terapia antirretroviral cuando están asintomáticos y con recuentos altos de CD4, y para hacer frente a las barreras a los vínculos entre la atención del VIH y la retención del cuidado de la salud.139 Una moraleja acerca de la introducción de la estrategia de prueba y tratamiento es que podría aumentar resistencia antirretroviral.140
La profilaxis pre-exposición con tenofovir oral diario o tenofovir más emtricitabina redujo efectivamente la adquisición del VIH en cuatro de los seis ensayos realizados. La eficacia de la profilaxis pre-exposición osciló entre el 44% y el 75%, y está fuertemente asociada a la adhesión. Los factores que afectan a la percepción del riesgo, la captación de la profilaxis pre-exposición, y la adherencia deben ser estudiados en las diferentes poblaciones en alto riesgo de contraer el VIH.
Los microbicidas vaginales y, más recientemente, los rectales son intervenciones atractivas porque, a diferencia de los condones, están bajo el control de la pareja receptiva. Los resultados de 12 ensayos clínicos de microbicidas vaginales con actividad no específica contra el VIH y las infecciones de transmisión sexual no mostraron eficacia.151 El énfasis se ha desplazado a los microbicidas vaginales que se dirigen a las diferentes etapas del ciclo de vida del VIH.152 Los resultados del ensayo CAPRISA 150 en Sudáfrica mostraron que el uso pericoital de gel de tenofovir 1% redujo la adquisición del VIH en un 39%. Por el contrario, el grupo de gel tenofovir 1% diario fue suspendido antes de tiempo debido a la falta de eficacia.
La circuncisión masculina médica es una intervención eficaz para la prevención del VIH, que redujo de manera significativa la adquisición del VIH en los hombres (razón de riesgo de incidencia de 0,5 a los 12 meses en comparación con los hombres asignados al azar al grupo de control que no fueron circuncidados) en un meta-análisis de tres ensayos controlados aleatorios hecho en Africa.154
En las comunidades de alto riesgo en África, por cada ocho operaciones realizadas, se espera que se evite una infección por VIH y la tasa de transmisión de hombre a mujer del VIH después de la circuncisión médica masculina se reduce en un 46% .155 A pesar de los beneficios potenciales para la salud pública de la circuncisión masculina médica, los últimos 5 años han mostrado varias desafíos.158 Se necesitan muchas estrategias para aumentar la demanda de la circuncisión masculina médica, incluida la promoción de los beneficios de la circuncisión a los hombres y a sus parejas femeninas e intervenciones del lado de la oferta para ofrecer la circuncisión masculina médica a través de clínicas móviles y dispositivos que reducen el tiempo del procedimiento.158
Hallazgos de algunos estudios de intervenciones conductuales mostraron que el uso de condones reduce la incidencia de infección por VIH 163
Otras intervenciones para reducir la infectividad del VIH se han centrado en el tratamiento de co-infecciones, en particular la infección de herpes simple de tipo 2, que causa el herpes genital. El aciclovir y valaciclovir reducen las concentraciones en plasma y genitales del VIH. 165 Para establecer si la magnitud de la supresión del VIH fue suficiente para reducir la transmisión, se realizó un ensayo controlado con placebo en parejas serodiscordantes de África, las concentraciones plasmáticas de aciclovir redujeron en 0,25 log10 VIH, lo que no se asoció con la disminución de la transmisión del VIH pero se retrasó levemente laprogresión.166 167
El primer ensayo de las intervenciones basadas en la población para controlar las infecciones de transmisión sexual mostró una reducción en la incidencia del VIH, 170 pero tres ensayos posteriores y un meta-análisis informaron no haber encontrado ningún efecto significativo sobre la incidencia del VIH.171
Vacunas
Grandes retos se enfrentan al desarrollo de una vacuna eficaz contra el VIH, incluyendo la diversidad genética del VIH, la incertidumbre sobre lo que constituye una inmunidad protectora, y la dificultad en el desarrollo de antígenos que son altamente inmunogénicos. Los resultados de los ensayos clínicos de vacunas contra el VIH han eliminado varias posibles vacunas que no han demostrado su eficacia.
Un ensayo172 de una estrategia de vacuna contra el VIH que utiliza un vector de adenovirus se tradujo en un aumento de la frecuencia de las infecciones por VIH en el grupo activo en los hombres no circuncidados y los hombres que tenían anticuerpos pre-existentes al vector adenovirus. El trabajo RV hecho en Tailandia, es la única evidencia hasta ahora de que la protección de la vacuna se podría lograr con una reducción del 31% en la adquisición del VIH.133 134
Las correlaciones inmunológicas de la protección desde el ensayo RV144, 174 junto con los nuevos enfoques de vectores que mejoran la amplitud de las respuestas de células T e identifican objetivos para anticuerpos ampliamente neutralizantes, se espera que puedan resultar en el desarrollo de vacunas más eficaces.175

Conclusiones

El VIH sigue siendo un importante contribuyente a la carga mundial de la enfermedad, especialmente en el África subsahariana. La terapia antirretroviral está cambiando la epidemiología mundial del VIH mediante el aumento de la prevalencia debido a la reducción en las muertes por SIDA, y está contribuyendo a la disminución de la incidencia del VIH mediante la reducción del riesgo de transmisión.
La incidencia del VIH en hombres que tienen sexo con hombres no está disminuyendo a pesar de la alta cobertura de terapia antirretroviral. Los impulsores de la epidemia de VIH en hombres que tienen sexo con hombres son los comportamientos de riesgo cada vez mayores desde la introducción de la terapia antirretroviral efectiva, el alto riesgo de transmisión del coito anal receptivo, las redes sexuales,  el estigma y la restricción del acceso a la atención.
En los usuarios de drogas inyectables el estigma juega un papel importante en la restricción del acceso a intervenciones para prevenir el VIH y al cuidado de las personas que son VIH-positivas.
La activación inmunitaria, que se reduce pero que no es abolida por la terapia antirretroviral, juega un papel importante en la patogénesis de la enfermedad vascular cuyo riesgo ya se incrementa en la infección por VIH. Una mejor comprensión de la latencia viral y de los reservorios podría resultar en una cura.
Los recientes avances en la prevención del VIH han estado dominados por el papel de los fármacos antirretrovirales en la reducción de la transmisión de madre a hijo y en la profilaxis pre-exposición en grupos de alto riesgo.
El uso de la terapia antirretroviral en la infección temprana por VIH para reducir la transmisión está siendo estudiado en ensayos controlados con asignación al azar, pero habrá problemas para implementarlo en los países con una epidemia generalizada de VIH.
Una vacuna eficaz sigue siendo difícil a pesar de dos décadas de esfuerzo.

Neumonia asociado al cuidado de la salud

Neumonía asociada al cuidado de la salud
El objetivo de este estudio fue analizar la etiología, las características clínicas y la evolución de la NACS en un hospital general.Autor: Dres. Adrián Ceccato, Alejandra González, Marcela Heres, Graciela Peluffo, Alfredo Monteverde MEDICINA - Volumen 74 - Nº 1, 2014
Resumen

La neumonía asociada al cuidado de la salud (NACS) es una entidad diferente a la neumonía adquirida en la comunidad y a la neumonía intrahospitalaria. Existen circunstancias de riesgo para su desarrollo, se describen diferentes formas de presentación, gravedad y patógenos; y hay desacuerdo sobre el tratamiento empírico inicial.

El objetivo de este estudio fue analizar la etiología, las características clínicas y la evolución de la NACS en un hospital general. Estudio prospectivo observacional con 60 pacientes; 32 con internación previa en los últimos 90 días, 9 en hemodiálisis, 12 residentes en hogares asistenciales y 7 en tratamiento en un hospital de día.
El promedio de edad fue de 63 años; los índices de gravedad al ingreso fueron elevados. Las comorbilidades más frecuentes fueron las cardiológicas. El compromiso radiológico abarcó más de un lóbulo en el 42% de los casos y un 18% mostró derrame pleural. Se aisló el germen patógeno en 18 pacientes (30%); Streptococcus pneumoniae fue el más aislado (9 casos).
Solo hubo un caso de multirresistencia. La estadía hospitalaria promedio fue de 11 días; 6 pacientes presentaron complicaciones, y la mortalidad fue del 5%. Las complicaciones, aunque no la mortalidad, fueron significativamente mayores en el grupo en diálisis (valor de p: 0.011 y 0.056, respectivamente). Los cuadros fueron graves pero la mortalidad fue baja. La resistencia antibiótica hallada no justifica un cambio en el esquema antibiótico usado habitualmente en las neumonías de la comunidad.
Palabras clave: neumonía, neumonía asociada al cuidado de la salud

La neumonía asociada al cuidado de la salud (NACS) es un nuevo concepto introducido por la American Thoracic Society y la Infectious Diseases Society of America en 2005 para diferenciarla de la neumonía adquirida en la comunidad (NAC) y de la neumonía intrahospitalaria (NIH)1. Esta clasificación incluye a las neumonías adquiridas por pacientes residentes en geriátricos o en hogares de cuidado, en tratamiento endovenoso en un hospital de día, en diálisis, hospitalizados durante los últimos tres meses o que reciben cuidados de internación domiciliaria.
En 2002, Friedman y col. publicaron una cohorte en la que describen bacteriemias, diferenciando entre las infecciones intranosocomiales, las adquiridas en la comunidad y las asociadas al cuidado de la salud. Estas últimas son similares a las intranosocomiales en términos de frecuencia, origen, patógenos, patrones de resistencia y mortalidad, y son un predictor independiente de fracaso de la terapia antibiótica inicial2, 3. A partir de estos trabajos, se comenzó a recomendar en el tratamiento de las NACS una terapia para gérmenes multirresistentes que incluyera cobertura para Staphylococcus aureus resistente a meticilina (SAMR)1.

Se publicaron diversos trabajos con distintos resultados sobre patógenos causantes, patrones de resistencia y mortalidad, lo que generó una importante controversia sobre el tratamiento inicial, sobre los fracasos del tratamiento y sobre si se trata realmente de una entidad distinta4-9.

 Por lo que se refiere a los factores de riesgo para el desarrollo de NACS, los pacientes residentes en geriátricos o en hogares de cuidado constituyen la población que probablemente mejor se conoce. Fine y col. incluyeron a estos pacientes en su índice pronóstico para neumonías (PSI) como un predictor pronóstico de gravedad de la enfermedad (validado en el Reino Unido por Lim y col. y en Alemania por Ewig y col.), donde se constató una gravedad y una mortalidad más elevadas en este tipo de poblaciones10-12.

 Existen diversos factores de riesgo para el desarrollo de infecciones por gérmenes multirresistentes. Muchos de ellos se dan en los pacientes con NACS, lo que conduciría al uso empírico de antibióticos de amplio espectro, promoviendo la aparición de gérmenes multirresistentes y aumentando de forma notable los costos para el sistema sanitario13. El objetivo de nuestro trabajo es estudiar la etiología, las características clínicas y la evolución de las NACS en el Hospital Nacional Profesor Doctor Alejandro Posadas.

Infecciones de la piel y partes blandas

Infecciones de la piel y partes blandas

Como estudiar a un paciente con inmunodeficiencia primaria

Cómo estudiar un paciente con inmunodeficiencia primaria
Las inmunodeficiencias constituyen un grupo de enfermedades caracterizadas por alteraciones individuales o combinadas del sistema inmune.Autor: Dra. Valentín Rostán M* Fuente: *Hospital Pereira Rossell, Montevideo, Uruguay.  Arch Alergia Inmunol Clin 2001; 32(Supl 2 P2):S100-S101.
Desarrollo
La inmunidad contra los agentes infecciosos es llevada a cabo por una intrincada batería de interacciones entre el huésped y el patógeno, manteniendo un adecuado balance entre ambos, cuando el paciente es sano. Se considera que un niño en edad preescolar y un escolar puede tener seis infecciones por año y enmarcarse dentro de lo considerado como normal. La inmunidad para varias enfermedades infecciosas es conferida por medio de la vacunación, la protección para otras infecciones puede desarrollarse después de haber presentado enfermedad con sintomatología mínima o moderada.
Las infecciones recurrentes se consideran patológicas cuando se repiten los cuadros infecciosos en dos o más oportunidades, y cuya duración y gravedad sean mayores de lo esperado para el comportamiento de la entidad. Las infecciones se manifiestan en diferentes sitios o en el mismo sitio requiriendo reiterados usos de antibióticos. Son la expresión de trastornos inmunológicos y no inmunológicos del huésped producido por agentes bacterianos y en segundo lugar por gérmenes oportunistas, caracterizado por la severidad del cuadro clínico, suele requerir antibióticos,hospitalización y en ocasiones dejar secuelas (1-3).
Las infecciones graves por un microorganismo habitual pueden ser la primera clave para pensar en una inmunodeficiencia, como también la infección persistente y crónica.
Las inmunodeficiencias constituyen un grupo de enfermedades caracterizadas por alteraciones individuales o combinadas del sistema inmune: el sistema humoral, el sistema celular, el sistema fagocítico y/o el sistema complemento. La incidencia global corresponde a 1/10.000 recién nacidos vivos, distribuidos del siguiente modo: 58% deficiencias predominantes de anticuerpos, 18% deficiencias combinadas celulares/ humorales, 17% deficiencias fagocíticas, 5% deficiencias celulares y un 2% deficiencias de anticuerpos (4).
¿Cuándo pensar en una inmunodeficiencia?
Mayor frecuencia de infecciones: gravedad inusual, complicaciones mayores, prolongada evolución, respuesta pobre al tratamiento.
Infección en sitios múltiples.
Infección por determinado organismo.
Alergias.
Reacción adversa a vacunas.
Fenómenos autoinmunes.
Caída tardía del cordón umbilical.
Antecedentes familiares:
muertes neonatales no explicadas
familiares con inmunodeficiencias
consanguinidad
factores de riesgo para VIH
.
El antecedente de infecciones recurrentes sigue siendo un indicador clínico adecuado de sospecha de una inmunodeficiencia; se requieren algunas características de la infección, como se menciona anteriormente. La necesidad de intervenciones quirúrgicas por amigdalitis u otitis media puede sugerir dificultad para hacer frente a determinadas infecciones. La importancia de los antecedentes es fundamental para no retrasar las investigaciones de laboratorio, pero tampoco deben ser sobreestimadas (4,5).
¿Qué buscar en el exámen físico?
Detección en el crecimiento: estatura y peso de acuerdo a los percentilos.
Presencia o ausencia de tejido linfoideo: amígdalas, ganglios linfáticos periféricos.
Eczema - petequias.
Hepatoesplenomegalia.
Abscesos recurrentes.
Telangiectasias.
Marcha atáxica.
Albinismo parcial.

La realización de un examen físico apropiado puede aportar la presencia o ausencia de una inmunodeficiencia.
Es de vital importancia evaluar la detección en el crecimiento y desarrollo, con seguimiento de la tabla de percentilos  para sospechar una inmunodeficiencia. También tiene valor la presencia o ausencia de ganglios linfáticos, eczema con o sin petequias, ataxia o telangiectasia. Se puede realizar una ecografía abdominal para confirmar la presencia de bazo, como una radiografía de tórax para demostrar daño pulmonar crónico.Laboratorio
Primeras investigaciones
Hemograma completo con fórmula.
IgG, IgA, IgM séricas.
IgE.
Anticuerpos específicos (difteria, tétanos).
Recuento de linfocitos T: CD3, CD4,CD8.
Complemento total.
Test de nitroblue de tetrazolio.
Serología para VIH.

La primera línea en la investigación de una inmunodeficiencia debe ser dirigida ante la sospecha de una enfermedad,  debiendo solicitar sólo los análisis necesarios y no todos los que en la tabla figuran.
Hay una primera línea de análisis de laboratorio que puede realizar el pediatra, por ejemplo un hemograma completo, con recuento absoluto de neutrófilos y linfocitos para descartar neutropenias y linfopenias congénitas. En niños con albinismo parcial la presencia de granulaciones
gigantes en los granulocitos, confirma la enfermedad de Chediak-Higashi. El recuento en niños pequeños de cifras de linfocitos por debajo de 3.000 inducen a pensar en deficiencia de la inmunidad mediada por células.
El número y la morfología pequeña de las plaquetas pueden corresponder en el varón con eczema al síndrome de Wiskott-Aldrich.
Anticuerpos
La deficiencia selectiva de IgA es el defecto más frecuente de la inmunidad específica. Puede ser asintomático o puede presentarse con infecciones frecuentes, asociada a enfermedad autoinmune o alergias. La agamma-globulinemia ligado al X afecta a varones que se presentan con infecciones piógenas recurrentes.
Cuando se sospecha una deficiencia de anticuerpos, se debe solicitar cuantificación de inmunoglobulinas séricas: IgG, IgA, IgM, teniendo importancia que los valores hallados sean comparados con rangos normales para la edad. Deben determinarse el nivel de subclases de
IgG, asociada con clínica y de estudios funcionales. Entre los estudios funcionales, tiene valor la titulación de isohemaglutininas, el nivel de ASTO luego de los 2 años de edad y la síntesis de anticuerpos luego de estimulación con antígenos proteicos (toxoide tetánico) y polisacáridos
(neumococo). Se debe cuantificar linfocitos B si se sospecha agammaglobulinemia ligada al sexo.
Deficiencias celulares
Pacientes que presentan inmunodeficiencia combinada severa pueden presentar muguet persistente, neumonía (por Pneumocystis carinii) y diarrea crónica en lactantes que no progresan de peso.
Cuando se sospecha una inmunodeficiencia celular, debe evaluarse la función de las células T solicitando poblaciones  linfocitarias junto con las pruebas cutáneas de cándida y al derivado proteico de PPD.
Complemento
En individuos con infección recurrente por Neisseria se debe pedir el nivel de complemento (CH50), pudiendo solicitar fracciones como C3 y C4 o C1 Inhibidor considerados, por su baja frecuencia, no del manejo del pediatra sino del especialista.

Fagocitos
La incapacidad de los neutrófilos de fagocitar se manifiesta por infecciones superficiales de la piel, úlceras bucales y abscesos profundos. Cuando se sospecha una alteración fagocítica se debería solicitar una prueba de nitroblue de tetrazolio para descartar enfermedad granulomatosa
crónica.(5-8)
Investigaciones complementarias
Inmunidad celular
Estimulación con fitohemaglutinina.
Candidina, PPD, Cultivo mixto linfocitario.
Dosaje de interleukinas: IL-1, IL-4, IL-6, IFN-? .
Estudios de actividad enzimáticos: ADA, PNP.
Inmunidad humoral
Recuento de linfocitos B: CD19,CD20.
Respuesta de anticuerpos neumocócicos.
Subclases de IgG: IgG1, IgG2, IgG3, IgG4.
Complemento.
Estudio de los restantes componentes del complemento.
Defectos de fagocitos.
Expresión de moléculas de adhesión (LFA1, C3bi).
Estudios de actividad enzimático: glucosa 6 fosfato
dehidrogenasa.
Actividad bactericida.Conclusiones
La frecuencia de las inmunodeficiencias primarias no es elevada, pero el desafío para diagnosticarlas debe ser una meta de los pediatras, esto se puede realizar a través
de una exhaustiva historia clínica, que incluya examen físico y las investigaciones de laboratorio adecuadas.
Lo anterior, sumado a la ayuda del especialista, permitirá un tratamiento precoz y adecuado.
El propósito de este artículo es poder brindar a los pediatras una ayuda que sea de utilidad para diagnosticar precozmente una inmunodeficiencia primaria.
La clasificación de las inmunodeficiencias primarias puede encontrarse en libros de texto y en páginas web, como por ejemplo de LAGID.

jueves, 23 de agosto de 2018

Fiebre de origen desconocido
En la fiebre de origen desconocido es importante hacer un diagnóstico precoz porque cuanto más tiempo se tarda en hacerlo menor es la probabilidad de arribar al diagnóstico definitivo.
Fiebre de origen desconocido clásica

Desde la antigüedad, las fiebres prolongadas han presentado un problema diagnóstico. Entre los antiguos, la fiebre tifoidea y la malaria eran las causas comunes de fiebre prolongada. Hay pocas infecciones asociadas con fiebre prolongada.
Petersdorf desarrolló criterios para las fiebres prolongadas, es decir, la fiebre de origen desconocido (FOD), definida como la fiebre >38,3°C que dura más de 3 semanas y que permanece sin diagnostico después de haber realizado los estudios en el hospital. Los estudios para la FOD se pueden hacer en el paciente ambulatorio. Petersdorf también clasifica a las FOD por categorías: infecciosas, maligna/neoplásica, enfermedad reumática/inflamatoria y miscelánea.

Las FOD también pueden considerarse en el contexto de subconjuntos de huéspedes: trasplantados, inmunocomprometidos por el VIH, viajeros que retornan. No existe un enfoque estándar para el diagnóstico de la FOD, la cual requiere una historia y un examen físico detallados y más bien pruebas de laboratorio inespecíficas selectivas que estudios excesivos.

Enfoque diagnóstico de la fiebre de origen desconocido clásica

En primer lugar, se debe comprobar si la fiebre prolongada cumple la definición establecida. El diagnóstico se basa en los síntomas (historia) y los signos (examen físico). En segundo lugar, según la historia y los signos físicos, se tratará de determinar la categoría de la FOD.
Cada categoría tiene características clínicas, por ejemplo, las relacionadas con enfermedades malignas/neoplásicas se asocian generalmente con anorexia temprana y pérdida de peso significativa. Las FOD de causa infecciosa se acompañan de escalofríos, mientras que la pérdida de peso es menos pronunciada y la anorexia es tardía.

Excluyendo la vasculitis, el sello de la FOD inflamatoria/reumática es la sinovitis. Mientras que las características distintivas sugieren una categoría de FOD particular, algunos hallazgos descartan una de las categorías, por ejemplo, los escalofríos descartan la categoría inflamatoria/reumática.
En tercer lugar, para establecer la categoría de FOD se debe tratar de determinar el patrón de órganos afectados. Cada trastorno tiene un patrón característico de afectación orgánica que sugiere o limita los posibles diagnósticos, por ejemplo, el patrón de afectación de órganos del lupus eritematoso sistémico (LES) incluye a múltiples órganos pero es importante que rara vez afecta al hígado.
Del mismo modo, mientras que la esplenomegalia es un hallazgo cardinal en la endocarditis bacteriana subaguda, si la guía es solo el patrón del órgano afectado, la presencia de hepatomegalia la descarta.
Las FOD de más difícil diagnóstico no tienen signos de localización. Las pistas clave pueden ser ignoradas, lo cual puede subsanarse si la historia y la semiología minuciosas están enfocadas a la FOD. En el examen físico se debe poner especial atención en los ojos, la piel, los ganglios, el hígado y el bazo.

Las pruebas deben ser selectivas y basadas en las probabilidades diagnósticas y no en las posibilidades, por ejemplo, los hemocultivos de rutina. Los hemocultivos son útiles para las FOD con bacteriemia, como la brucelosis, la fiebre tifoidea/entérica, las infecciones intravasculares, los abscesos, etc, pero para las FOD con infecciones no bacteriémicas, o malignas/neoplásicas, o la fiebre inflamatoria/reumática y misceláneas. Los hemocultivos pueden ser engañosos. La  endocarditis bacteriana subaguda no es una infección rara, pero ahora es una causa relativamente poco frecuente de FOD.

Historia

Trastornos malignos/neoplásicos


La pérdida de peso significativa (>800 gr/semana), especialmente si se acompaña de anorexia temprana, es un signo de identidad de las FOD malignas. El prurito después del baño caliente sugiere un trastorno maligno/neoplásico. En aquellos con antecedentes de adenopatías o malignidad se debe sospechar una FOD maligna/neoplásica.

Enfermedades infecciosas

La historia clínica debe incluir el antecedente de procedimientos previos, invasivos o quirúrgicos (abscesos), dentición (abscesos apicales, endocarditis bacteriana subaguda) y antecedentes de infecciones concomitantes, como la tuberculosis.
El contacto con animales o mascotas sugiere la fiebre Q, la brucelosis, la toxoplasmosis, la enfermedad por arañazo de gato o la triquinosis.
La exposición a las picaduras de garrapatas o mosquitos sugiere la ehrlichiosis/anaplasmosis, la babesiosis o la malaria, mientras que la exposición a roedores hace sospechar la fiebre por mordedura de rata, la fiebre recurrente o la leptospirosis.
Las transfusiones de sangre son una pista importante para la ehrlichiosis/anaplasmosis, la babesiosis, el citomegalovirus o el VIH. En el huésped normal, la única pista de citomegalovirus puede ser la exposición a secreciones.

Los medicamentos inmunosupresores predisponen a determinados patógenos, como el citomegalovirus o el bacilo tuberculoso. La existencia de múltiples síntomas y signos raros indican una enfermedad multisistémica como la tuberculosis miliar, la enfermedad de Whipple y diversos trastornos diferentes.

Trastornos reumáticos/inflamatorios

La FOD puede presentar artralgias y mialgias graves, pero la presencia de escalofríos aleja la posibilidad de una etiología reumática/inflamatoria. La tos seca también puede ser una pista sutil de la arteritis de células gigantes/arteritis temporal. La FOD asociada a úlceras orales sugiere el síndrome de Beçhet o el LES.
En un cuadro de FOD, el patrón de afectación orgánica con el antecedente de síntomas articulares y linfadenopatías generalizadas hace sospechar la enfermedad de Still del adulto o el LES. Una historia de colecistitis alitiásica en un signo importante fácilmente pasado por alto de LES o de periarteritis nodosa. Si se sospecha la enfermedad de Beçhet es importante ahondar en la historia familiar.

Miscelánea

Si la historia no orienta hacia una categoría en particular de FOD, se deben considerar otras causas misceláneas. La periodicidad de la fiebre puede ser el único indicio de neutropenia cíclica. El antecedente de linfadenopatías puede hacer sospechar la enfermedad de Rosai-Dorfman o la enfermedad de Kikuchi. El dolor de cuello o de mandíbula, que es fácilmente atribuido al dolor dental, puede ser un indicio de de tiroiditis subaguda. Si el paciente afectado es personal médico, se debe considerar la fiebre facticia. Concretamente, es necesario informarse acerca de la enfermedad inflamatoria intestinal (enteritis regional), el alcoholismo (cirrosis), y el consumo de medicamentos (seudolinfoma, fiebre por fármacos). Otras FOD son familiares, como la fiebre mediterránea familiar o el síndrome de hiper IgD.

Examen físico

Enfermedades malignas/neoplásicas


La FOD del linfoma puede simular una infección. El linfoma o una enfermedad maligna pueden acompañarse de bradicardia relativa.
El examen ocular puede ser útil, por ejemplo, las manchas de Roth (linfoma, mixoma auricular), los cuerpos citoides (mixoma auricular) o las hemorragias retinianas (preleucemia).
Un soplo es un hallazgo clave en la endocarditis bacteriana subaguda, la endocarditis no infecciosa con cultivos negativos, por ejemplo, la endocarditis marántica o el mixoma auricular.
Los puntos dolorosos esternales señalan un trastorno de la médula ósea (preleucemia, trastornos mieloproliferativo).
La hepatomegalia aislada en una FOD disminuye las posibilidades diagnósticas hacia el hepatoma, el carcinoma de células renales o las enfermedades hepáticas.

Enfermedades infecciosas

El abordaje de las FOD infecciosas comienza con el análisis del patrón febril.
Los picos de fiebre matinales sugieren tuberculosis miliar, fiebre tifoidea/entérica o, enfermedad de Whipple.
La bradicardia relativa es un hallazgo cardinal en la fiebre tifoidea/entérica, malaria, babesiosis,  ehrlichiosis/anaplasmosis, leptospirosis y fiebre Q.
La presentación de 2 picos febriles en el día (fiebre cotidiana doble) se observa la malaria, la tuberculosis miliar o la leishmaniasis visceral. Dos picos de fiebre por semana (curva de fiebre en camello) puede ser una de las pocas pistas para la ehrlichiosis/anaplasmosis, la leptospirosis, la brucelosis o la fiebre por mordedura de rata.
Los hallazgos en el fondo de ojo pueden ser un indicio de toxoplasmosis, tuberculosis, histoplasmosis o enfermedad por arañazo de gato.
Los puntos dolorosos espinales pueden deberse a una osteomielitis vertebral subaguda, fiebre tifoidea/entérica, tuberculosis médular o brucelosis.
La hepatomegalia indica fiebre Q, fiebre tifoidea/entérica, leishmaniasis visceral, brucelosis, fiebre por mordedura de rata o fiebre recidivante.
La esplenomegalia inclina la posibilidad diagnóstica hacia la tuberculosis miliar, el virus de Epstein-Barr, el citomegalovirus, la fiebre tifoidea/entérica, la brucelosis, la histoplasmosis, la ehrlichiosis/anaplasmosis, la malaria, la fiebre Q, la endocarditis bacteriana subaguda, la enfermedad por arañazo de gato y la fiebre por mordedura de rata.
La epidídimorquitis/nódulo del epidídimo es una señal fácilmente ignorada de infección por el virus de Epstein-Barr, tuberculosis renal o brucelosis.

Trastornos reumáticos/inflamatorios

Los picos de temperatura matinales son un signo clave para el diagnóstico de periarteritis nodosa, mientras que la fiebre cotidiana doble inclina hacia el diagnóstico de enfermedad de Still del adulto. En el contexto de una FOD, la presencia de erupción cutánea sugiere la sarcoidosis, el LES o la enfermedad de Still del adulto.

Los pulsos desiguales son un signo de la enfermedad de Takayasu y el agrandamiento de las glándulas lagrimales hacen sospechar la artritis reumatoidea de comienzo tardío, la sarcoidosis o el LES. El examen externo de los ojos y del fondo de ojo brindan muchos datos diagnósticas para las FOD reumáticas/inflamatorias, como los cuerpos citoides (LES, arteritis de células gigantes/arteritis temporal, periarteritis nodosa, enfermedad de Still del adulto), las manchas de Roth (LES, periarteritis nodosa) o, la oclusión de la arteria retiniana (arteritis de Takayasu, arteritis de células gigantes/arteritis temporal, LES).
En la FOD, las úlceras orales sugieren la enfermedad de Beçhet o el LES y las linfadenopatías, el LES, la artritis reumatoidea de inicio tardío o la sarcoidosis. En la FOD con LES, un soplo con hemocultivos negativos orienta hacia una posible endocarditis de Libman-Sacks. La hepatomegalia sin esplenomegalia argumenta contra la FOD reumática/inflamatoria. La epididimitsi/nódulo del epidídimo (epididimitis crónica) es una pista sutil de periarteritis nodosa, LES o sarcoidosis.

Miscelánea

Otras FOD son más propensas a ser diagnosticadas por los antecedentes más que por los hallazgos físicos. La bradicardia relativa es un indicio de fiebre medicamentosa o fiebre facticia. La lipemia puede ser el único signo de la hipertrigliceridemia. La linfadenopatía puede deberse al seudolinfoma o al síndrome de hiper gD. La cirrosis suele ser ignorada como causa de FOD mientras que la esplenomegalia es importante para sospechar la enteritis regional, la cirrosis o el síndrome de hiper-IgD.

Pruebas de laboratorio inespecíficas

En cada categoría de FOD, las pruebas inespecíficas suelen proporcionar pistas diagnósticas útiles. La velocidad de eritrosedimentación, la ferritina sérica, la fosfatasa alcalina y el factor reumatoideo elevados son particularmente útiles en la FOD. Cuando las pruebas inespecíficas de laboratorio anormales se consideran en conjunto, la especificidad diagnóstica aumenta.
El grado de anormalidad de la prueba disminuye el número de posibles diagnósticos, por ejemplo, una velocidad de eritrosedimentación elevada es muy sensible/inespecífica pero cuando es muy elevada (>100 mm/hora) las posibilidades diagnósticas se reducen a muy pocas entidades. Del mismo modo, 6% de linfocitos atípicos (fiebre medicamentosa, toxoplasmosis) es diferente a tener 36% de linfocitos atípicos (virus de Epstein-Barr, citomegalovirus). Los hallazgos inespecíficos pueden ser un signo de exclusión, por ejemplo, la eosinofilia descarta firmemente la fiebre tifoidea/entérica.

A menudo, el hemograma completo pasa fácilmente por alto las pistas: la leucopenia, monocitosis, linfocitosis con linfopenia relativa, eosinofilia, basofilia, linfocitos atípicos/anormales, l trombocitosis, trombocitopenia, En la FOD, una elevación de la fosfatasa alcalina aislada sugiere un linfoma.
La electroforesis de las proteínas séricas también puede proporcionar pistas diagnósticas, por ejemplo, la elevaciones de las globulinas α1 α 2 (linfoma, LES); la gammapatía monoclonal (mieloma múltiple, síndrome de hiper-IgD, enfermedad de Castleman multicéntrica); la gammapatía policlonal (VIH, citomegalovirus, cirrosis, sarcoidosis, malaria).
La hematuria microscópica puede ser el único signo de endocarditis bacteriana subaguda, tuberculosis renal, brucelosis, periarteritis nodosa, linfoma o carcinoma de células renales.
Un error común es solicitar precozmente numerosas pruebas específicas dirigidas que no son calve, sin tener en cuenta el valor de las características clínicas típicas y las pruebas inespecíficas clave características para estrechar el diagnóstico diferencial. En la FOD, las pruebas de diagnóstico específicas deben pedirse más tardíamente y los estudios diagnósticos deben estar basados en las posibilidades diagnósticas más probables.

Un problema clínico común es diferenciar la FOD infecciosa de la FOD maligna/neoplásica. Mientras se están haciendo los estudios diagnósticos, se puede hacer la prueba del Naproxeno, para diferenciar la FOD infecciosa de la FOD de origen maligno. Si durante los 3 días de la prueba con Naproxeno las temperaturas disminuyen marcadamente, es posible que se trate de una FOD de origen maligno/neoplásico (prueba del Naprosyn positiva). Pero, si la fiebre se mantiene elevada o solo disminuye ligeramente, la etiología probable es la infecciosa (prueba del Naproxeno negativa).

Estudios por imágenes

Los estudios por imagen deben ser dirigidos y seleccionados según la probable categoría de la FOD y el probable patrón de compromiso orgánico. Si hay hepato o esplenomegalia, es útil la tomografía computarizada abdominal, para detectar otras anormalidades, como las adenopatías retroperitoneales o los abscesos o tumores intraabdominales o pélvicos.

Las exploraciones con galio o indio son útiles, pero estas últimas son relativamente insensibles (negativos falsos) para las infecciones óseas (osteomielitis crónica, tumores malignos). La ecocardiografía cardíaca es importante en la endocarditis con cultivos negativos y el mixoma auricular. La tomografía computarizada por emisión de positrones es más útil para detectar la FOD neoplásica/infecciosa, como los linfomas, la enfermedad de Erdheim-Chester, la endocarditis por fiebre Q o la infección del injerto aórtico.

Pruebas invasivas

La biopsia de los ganglios linfáticos es el test invasivo más frecuente. Si es posible, se debe evitar la biopsia de los ganglios cervicales anteriores, axilares o inguinales, porque generalmente son inútiles y no ayudan al diagnóstico, ya que a menudo se informan como "cambios inflamatorios no específicos, no se puede descartar la infección o la enfermedad maligna." Lo más probable es que el diagnóstico lo brinden las biopsias cervicales posteriores, o supra e infraclaviculares, como así las de los ganglios epitrocleares. Las biopsias de los ganglios hiliares, mediastínicos o retroperitoneales tienen un elevado rendimiento diagnóstico.
Si la afectación es ósea, la biopsia de la médula ósea puede ser diagnóstica, como en los trastornos mieloproliferativos, preleucémicos (en la leucemia mielógena aguda), la enfermedad de Gaucher, el linfoma, la enfermedad de Erdheim-Chester, la tuberculosis miliar, la histoplasmosis diseminada, la enfermedad multicéntrica de Castleman, la enfermedad de Whipple o la fiebre tifoidea/entérica.

Cuando en la endocarditis bacteriana subaguda o la fiebre tifoidea/entérica los hemocultivos son negativos, la biopsia o el cultivo de la médula ósea pueden ser positivos.

La biopsia del nódulo del epidídimo puede aclarar el diagnóstico de brucelosis, tuberculosis, leptospirosis, fiebre por mordedura de rata, fiebre recurrente, linfoma, lupus eritematoso sistémico, periarteritis nodosa, sarcoidosis o fiebre mediterránea familiar.
La biopsia ileal está indicada ante la sospecha de tuberculosis ileocecal o enteritis regional. Gracias a las biopsias percutáneas guiadas por imagen, actualmente la es raro recurrir a la laparotomía exploradora para arribar al diagnóstico de FOD.

Subgrupos de fiebre de origen desconocido

Aparte de la FOD clásica, hay fiebres de importantes subconjuntos como el VIH, los trasplantes de órgano y los viajeros de regreso, los que presentan un problema diagnóstico especialmente difícil.

Fiebre de origen desconocido en infectados por el VIH


Virus de la Inmunodeficiencia humana. El virus puede presentarse como una FOD con síndrome símil mononucleosis, erupción cutánea y linfadenopatía. Los pacientes con el VIH suelen presentar FOD como primera manifestación clínica de una infección oportunista o una malignidad.

En el mundo occidental, el tratamiento antirretroviral de gran actividad ha reducido la FOD asociada al VIH, pero no ha alterado el espectro etiológico. La frecuencia relativa de las causas de FOD en infectados por el VIH está influenciada por la terapia antirretroviral de gran actividad, el recuento de CD4, el área geográfica y la prevalencia de la infección endémica, lo que puede proporcionar pistas para el diagnóstico. La mayoría de los casos de FOD en una infección por el VIH se debe a la infección, y las causas no infecciosas más comunes son los tumores malignos y la fiebre medicamentosa.

A nivel mundial, la enfermedad muy bien definida es la tuberculosis, considerada el síndrome de inmunodeficiencia del adulto más común. Las enfermedades más comunes en infectados por el VIH con FOD son extrapulmonares o enfermedades diseminadas, cada vez más frecuentes a medida que el VIH progresa.
Con anterioridad, en el mundo occidental, la causa principal de FOD en los pacientes con VIH era Mycobacterium avium-intracellulare era diseminado. Otras micobacterias causantes de FOD en esos pacientes son M. kansasii y M. genavense. En este contexto, un hemocultivo positivo único o la recuperación de micobacterias de un sitio estéril del cuerpo se considera evidencia de infección por Mycobacterium avium intracellulare diseminada.

Mientras que la criptococcosis puede presentarse como FOD en un infectado por el VIH, es frecuente la meningoencefalitis concomitante y justifica analizar el líquido cefalorraquídeo. Pneumocystis jirovecii es responsable del 5-13% de las FOD en la infección por el VIH, dependiendo de la prevalencia y las variantes regionales. La neumonía por Pneumocystis jirovecii suele presentarse como FOD antes de la aparición de los síntomas respiratorios, con recuentos de CD4 muy bajos.

El citomegalovirus representa el 5% de las FOD en el contexto del VIH. Es el virus de inmunodeficiencia humana más comúnmente asociado a infecciones oportunistas y en general, se manifiesta cuando el citomegalovirus latente se reactiva con recuentos de CD4 <100/mm3. El ácido desoxinucleico del citomegalovirus en el suero está presente en el 55% de los pacientes con un recuento de CD4 <100/mm3. Tanto el ácido desoxinucleico del citomegalovirus como la viremia son predictores importantes de muerte. La corioretinitis por citomegalovirus sigue siendo la manifestación inicial más frecuente en el 30% de los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia del adulto.

En EE.UU, Histoplasma capsulatum var. capsulatum diseminado representa el 7% de los casos de FOD del VIH pero hubo casos importados de Europa. En la FOD del VIH se debe sospechar la histoplasmosis en zonas endémicas y cuando hay antecedentes de viajes a zonas endémicas.
Otras micosis endémicas, como la coccidioidomicosis y la infección por Penicillium marneffei, pueden presentarse como FOD en pacientes con infección avanzada por el VIH o en personas que han viajado o vivido en zonas áridas endémicas, especialmente el oeste de EE.UU, América Central y América del Sur, sudeste asiático, sur de China e India. Las lesiones cutáneas, generalmente pápulas con umbilicación necrótica central, aparecen en el 70% de las FOD en el VIH se deben a P. marneffei diseminado.

La leishmaniasis visceral representa <5% de las FOD en la infección por el VIH y ha sido reportada en 35 países. La toxoplasmosis del sistema nervioso central o pulmonar, las infecciones por Aspergillus sp. o Bartonella sp. pueden presentarse como FOD en inmunodeficientes.

Los tumores malignos representan aproximadamente el 8% de las FOD del VIH. Los linfomas, sobre todo los linfomas no Hodgkin, ocurren en el 4 al 7% de esos pacientes. Hay un mayor riesgo de enfermedad de Hodgkin, incluso en los pacientes con VIH tratados con antirretrovirales de gran actividad. La FOD debido a un linfoma cerebral primario o al sarcoma de Kaposi (no asociado a la enfermedad de Castleman) es menos común.
Otros tipos de cáncer, como el carcinoma broncogénico y el hepatoma son cada vez más comunes en presencia del VIH y pueden presentarse como FOD, incluso en aquellos que recibieron antirretrovirales de gran actividad. En contraste con las FOD clásicas, la FOD de las enfermedades reumáticas/inflamatorias son raras.

En las FOD del VIH es común la fiebre medicamentosa (3-20%). Se estima que las erupciones cutáneas relacionadas con los medicamentos son 100 veces más comunes en el VIH que en la población general. La fiebre medicamentosa aislada es responsable de 1,7%, de las reacciones adversas de los fármacos, y la erupción maculopapulosa/pruriginosa, del 17%. El uso concomitante de varios fármacos , incluyendo la terapia antirretroviral de gran actividad, aumenta el riesgo de reacciones adversas Los medicamentos más comúnmente involucrados son los antimicrobianos (trimetoprima-sulfametoxazol, isoniazida, rifampicina, pirazinamida, antibióticos ß-lactámicos, sulfamidas y dapsona), pero los antirretrovirales de gran actividad se han vuelto cada vez más influyentes.

Al comienzo de la terapia antirretroviral de gran actividad puede producirse un síndrome inflamatorio de reconstitución inmune. Este síndrome ocurre en el 8-45% de las infecciones por VIH con tuberculosis, 35% con infección por Mycobacterium avium-intracellulare diseminada, 8-31% con Cryptococcus neoformans y 18 a 62% con citomegalovirus.
El síndrome inflamatorio de reconstitución inmune ocurre antes de los 60 días de iniciada la terapia antirretroviral de gran actividad y se asocia a menudo con signos más específicos relacionados la infección como los síntomas respiratorios o las adenopatías inflamatorias tuberculosas o, aumento de la presión intracraneana en la criptoccocosis, que son clave para el diagnóstico del síndrome inflamatorio de reconstitución inmune en las FOD del VIH. Aun en la era de la terapia antirretrovirales de gran actividad, el 14,06% de las causas de FOD en la infección por el VHI sigue siendo desconocido.

Fiebre de origen desconocido en los trasplantes de órganos sólidos

El enfoque diagnóstico para las FOD en los trasplantes de órganos sólidos se basa en 4 factores principales: grado; duración del tiempo de  inmunosupresión de la FOD postrasplante, exposición epidemiológica anterior o reciente (infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria o adquiridas en la comunidad) y, manifestaciones clínicas.

El estado de la inmunosupresión no se basa en un único biomarcador específico, por ejemplo, el recuento de CD4 como en el VIH, sino que está relacionado con el efecto inmunosupresor aditivo de la enfermedad subyacente que motivó el trasplante, la magnitud y el tipo de terapia inmunosupresora, la insuficiencia renal, la diabetes, la neutropenia asociada y la coinfección con virus inmunosupresores (citomegalovirus, virus de Epstein-Barr, VIH). Para abordar el diagnóstico diferencial de la FOD postrasplante de órgano sólido se reconocen 3 períodos postrasplante diferentes: desde 1-6 meses y >6 meses.

El enfoque diagnóstico también se debe apoyar en los síntomas clínicos. La meningitis subaguda y crónica sugiere tuberculosis, criptococosis o micosis endémica mientras que las lesiones cerebrales focales sugieren nocardiosis, toxoplasmosis, aspergilosis o linfoma. La meningoencefalitis sugiere una causa viral (virus de la varicela-zoster, virus del Nilo Occidental). Las lesiones cutáneas (pápulas umbilicadas) pueden ser manifestaciones de infecciones fúngicas diseminadas (Fusarium sp.). Las causas no infecciosas de FOD postrasplante de órganos sólidos son la fiebre medicamentosa/sarpullido. Los trastornos linfoproliferativos postrasplante y el rechazo del trasplante también pueden presentarse como FOD.

Fiebre de origen desconocido en viajeros de regreso

Las FOD específicas en los viajeros que regresan están determinadas por las áreas geográficas visitadas y la  duración de la estancia en esos lugares, la exposición a determinado tipo de comidas (carne o pescado crudo, mariscos, productos lácteos sin pasteurizar), exposición a la picadura de insectos (mosquitos, garrapata) y el intervalo de tiempo después del retorno del viajero. La ingestión de leche no pasteurizada hace referencia a la brucelosis.
Cuando un paciente con FOD presenta cefalea, sufusión conjuntival y hepato/esplenomegalia se debe considerar la fiebre recurrente transmitida por garrapatas o piojos. En los viajeros que regresan procedentes de zonas palúdicas se debe sospechar la malaria, pero también hay que considerar otras causas como la hepatitis viral, la fiebre tifoidea/entérica, la leptospirosis, las micosis endémicas y la rickettsiosis (Rickettsia Africae o R. typhi, R. conori, Orientia tsutsugamushi, dependiendo del área geográfica), absceso amebiano hepático, esquistosomiasis, tripanosomiasis africana, infecciones endémicas por arbovirus (dengue, fiebre chikungunya, fiebre amarilla, encefalitis del Nilo occidental, encefalitis japonesa) y la infección aguda por el VIH.

Causas de fiebre de origen desconocido que suelen permanecer sin diagnóstico

En cada categoría de FOD hay algunos diagnósticos que hay que tener particularmente en cuenta, ya sea porque son fácilmente ignorados o porque son potencialmente peligrosos. Las 4 categorías de FOD neoplásica/maligna que deben ser cuidadosamente consideradas son el linfoma, el hipernefroma, la preleucemia y el mixoma auricular. Las infecciones que merecen una evaluación diagnóstica cuidadosa son las causadas por el citomegalovirus, la tuberculosis miliar, la fiebre tifoidea/entérica y la endocarditis con cultivo negativo.
En la categoría reumática/inflamatoria, el LES, la arteritis de células gigantes/arteritis temporal, la enfermedad de Still del adulto y la periarteritis nodosa pueden ser particularmente difíciles de diagnosticar. Entre las FOD miscelánea, es importante no perder el diagnóstico de las siguientes entidades: fiebre medicamentosa, fiebre facciosa, neutropenia cíclica y tiroiditis subaguda.

Fiebres de origen desconocido recurrentes y no diagnosticadas

Los trastornos de la FOD son relativamente pocos y pueden llegar a ser recurrentes. Las FOD recurrentes disminuyen las posibilidades diagnósticas y brindan más oportunidades para un diagnóstico definitivo. Las FOD recurrentes se pueden definir como la presentación de ≥2 episodios de fiebre prolongada separados por ≥2 semanas. Otras categorías pueden durar más tiempo que las FOD recurrentes.
El enfoque diagnóstico de las FOD recurrentes se basa en observaciones y pruebas seriadas durante y entre los episodios febriles, ya que si aparecen nuevos hallazgos, la orientación diagnóstica puede cambiar. Si una FOD recurrente permanece sin diagnosticar durante ≥1 año es imposible arribar a un diagnóstico definitivo. Algunas FOD permanecen sin diagnosticar, incluso después de estudios diagnósticos específicos. Cuanto más tiempo la FOD permanece sin diagnosticar, menos probable es arribar al diagnóstico definitivo.

Tratamiento de la fiebre de origen desconocido 
Las FOD son más bien un problema diagnóstico que terapéutico. Hasta alcanzar el diagnóstico definitivo, el tratamiento son antipiréticos y antimicrobianos puede enmascarar el cuadro y retrasar u oscurecer las manifestaciones clínicas, y por lo tanto deben evitarse. El tratamiento empírico es prudente en unas pocas FOD de difícil diagnóstico y que ponen en peligro la vida, como  la tuberculosis del sistema nervioso central o la tuberculosis miliar, o la arteritis de células gigantes o arteritis temporal.


Traducción y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti

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